(Be aware that this is a rough translation of the Spanish text done at four in the morning. Don’t be too harsh on the hundreds of mistakes that the text might contain)
El periodismo es un poco como El Cairo. Jodido, ingrato y adictivo. Igual que El Cairo, nadie que no lo haya experimentado en carne propia entiende qué sentido tiene dedicar vida y energía a un oficio mal pagado, sin horarios y cuya única compensación es la esperanza de que al otro lado de la cadena trófica comunicativa alguien se sienta, quizás, un poco más cerca de comprender el mundo.